Ignifugar una nave industrial: clave imprescindible para salvaguardar tu empresa y cumplir la normativa.
En el escenario actual, ignifugar una nave industrial no es solo una opción, es una obligación legal, técnica y moral. Según el Reglamento de Seguridad contra Incendios en Establecimientos Industriales (RSCIEI, Real Decreto 2267/2004), la protección pasiva, que incluye el tratamiento ignífugo de estructuras y elementos constructivos, debe ser una medida obligatoria para garantizar la integridad de las personas, bienes y continuidad de tu negocio.
Aplicar un sistema de ignifugación adecuado permite retardar la propagación del fuego, facilitando la evacuación, la intervención de servicios de emergencia y la protección de tu patrimonio.
Insistimos: la ignifugación de naves industriales es una exigencia normativa ineludible. El RSCIEI estipula niveles de resistencia al fuego según el riesgo (EI-30, EI-60, EI-90, etc.), evaluados según actividad, carga de fuego, tamaño y evacuación de la nave.
Diferentes entidades especializadas, como Igesur, recalcan que no cumplir con esta normativa puede acarrear sanciones administrativas, civiles, e incluso penales.
Aún más, confirmamos que es obligatorio ignifugar nave industrial. Esta obligación se basa en varias razones fundamentales:
Cumplimiento legal: así lo exige el RSCIEI y otros marcos como el RIPCI y el CTE.
Protección de la vida: estructuras sin tratamiento pueden colapsar rápidamente ante altas temperaturas.
Continuidad del negocio: una nave ignifugada reduce daños y preserva tu actividad económica.
Cobertura aseguradora: muchas aseguradoras exigen este cumplimiento para validar la póliza.
Responsabilidad legal y reputacional: en caso de siniestro sin protección, los responsables pueden enfrentar consecuencias graves.
Algunos de los sistemas más habituales y eficaces son:
Pinturas intumescentes: se expanden con el calor, creando una capa aislante ideal para estructuras visibles.
Morteros ignífugos proyectados: alta capacidad aislante, aplicables a vigas, pilares o muros; llegan a resistir más de 90 minutos.
Placas de fibrosilicato o yeso resistente al fuego: para proteger elementos estructurales ocultos o canalizaciones.
Lana de roca proyectada: doble beneficio: aislamiento térmico y acústico, fácil aplicación.
Franjas y barreras cortafuego: imprescindibles en medianerías y cubiertas para evitar propagación entre naves.
Sí, es obligatorio ignifugar una nave industrial, pero también conviene entender el porqué técnico detrás de cada solución.
Además de la normativa, cada método tiene ventajas concretas:
La pintura intumescente combina estética y protección eficaz en estructuras visibles.
El mortero ignífugo aporta robustez y resistencia duradera en entornos industriales exigentes.
Las placas y lana de roca son soluciones modulares y adaptables según el tipo de estructura.
Las barreras cortafuego limitan el avance del fuego entre espacios contiguos, aumentando la seguridad global.
Seguridad reforzada: más tiempo de respuesta para evacuación y extinción de incendios.
Valor de negocio sostenible: reducir daños y asegurar continuidad productiva.
Tranquilidad legal: el cumplimiento normativo evita sanciones y riesgos de responsabilidad.
Reputación sólida: demostrar compromiso con la seguridad transmite confianza a clientes y socios.
Menor coste a largo plazo: prevenir siempre es más rentable que afrontar siniestros devastadores.
Ignifugar una nave industrial no es solo un requisito del Reglamento, es una inversión estratégica en protección, cumplimiento, y continuidad. Desde la elección técnica adecuada hasta la ejecución certificada, cada paso cuenta para asegurar la integridad estructural y humana.